Han tenido que pasar la friolera de ocho años ininterrumpidos para que el mítico sofá de Viajando con Chester salga del escondite. Un revés que, a juzgar por la intensa introducción que ha relatado su presentador en el regreso del programa a las pantallas de Cuatro, parece haber devuelto a sus programadores.

Ada Colau y Juan Rosell fueron los últimos en acomodarse en el sofá de Risto en julio de 2015. A partir de ahí, Mediaset decidió reformular el formato de La Fábrica de la Tele (Sálvame, Todo es mentira) para enmendar los debilitados datos de audiencia que ya empezaba a tener tras un solo año en antena. Tras este parón, y ya en 2017, lo renombraron como Chester in love, y posteriormente, Chester, a secas, con entrevistas en plató.

«Vuelve el programa que llevaba demasiado tiempo guardando silencio. Vuelve ‘Viajando con Chester»

Pero desde ahí, Cuatro decidió prescindir del programa que acercaba un sinfín de rostros populares hasta sus casas con los clásicos careos con Mejide. Y de ese parón, bautizado como silencio, ha querido hablar Risto en el arranque de su resucitado formato, que en este primer programa de la novena temporada ha contado con Cayetano Martínez de Irujo y la cantante Mai Meneses.

«En el mundo existen tantos silencios como personas. Hay silencios altos, bajos, gruesos y finos; silencios oscuros, silencios que brillan por su ausencia. Hay silencios atronadores y silencios que apenas se sienten, pero ahí están», empezó. Y añade: «Algunos silencios nos llegan en forma de pregunta, y otros como una exclamación. Pero lo que tienen en común todos y cada uno de los silencios es que siempre, de alguna forma, son necesarios«.

«Porque ellos están ahí, no solo para separar palabras, también les dan sentido, les dan su espacio y, sobre todo, nos permiten a nosotros respirar. Tantos si son buscados como si son forzosos, los silencios nos invitan a reflexionar, a volver a pensar lo que decimos, a volver a decir lo que pensamos. Vuelve el programa que llevaba demasiado tiempo guardando silencio. Vuelve Viajando con Chester«, terminó con una clara pulla a la televisión que apretó el botón de mute a su programa original durante ocho años.

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Álvaro Roldán

Ciertamente, el espacio hermano del Deluxe o Todo es mentira, ha vuelto a su esencia. El presentador ha viajado con su chéster hasta el lugar escogido por el invitado, o a la localización en la que programa ha visto oportuno rodar, como en el caso de Mai, dentro de un vivero, para representar que ella se marchitó en Operación Triunfo por ser «una planta de exterior».

Han tenido que pasar la friolera de ocho años ininterrumpidos para que el mítico sofá de Viajando con Chester salga del escondite. Un revés que, a juzgar por la intensa introducción que ha relatado su presentador en el regreso del programa a las pantallas de Cuatro, parece haber devuelto a sus programadores.