Orsted, Iberdrola y Maersk se sitúan a la cabeza de la nueva carrera por el metanol ‘verde’, alternativa al combustible fósil convencional y al gas natural licuado, el amoniaco o el hidrógeno. Desde 2021, las principales compañías navieras del mundo están apostando por grandes barcos diseñados para funcionar con metanol verde de combustión «ultra» limpia.
De esta manera, la compañía danesa Orsted tomó recientemente la decisión de invertir y por ende adquirir el proyecto FlagshipONE, que será la primera instalación Power-to-X a escala comercial de la energética. Reforzando el compromiso con la FID, Orsted ha asumido la plena propiedad de FlagshipONE al adquirir la participación restante del 55% en el proyecto a Liquid Wind AB, el promotor original del proyecto, según informó la compañía en un comunicado.
Orsted iniciará la construcción in situ de FlagshipONE en la primavera de este 2023 y se ubicará en los terrenos de la central de cogeneración de calor y electricidad a partir de biomasa Hörneborgsverket en Örnsköldsvik, operada por Övik Energi.
El metanol de FlagshipONE se producirá utilizando electricidad renovable y dióxido de carbono biogénico procedente de Hörneborgsverket. Además, FlagshipONE utilizará vapor, agua de proceso y agua de refrigeración de Hörneborgsverket. El calor sobrante del proceso de producción de etanol se devolverá a Övik Energi y se integrará en su sistema de calefacción urbana.
Esta planta, la cual se prevé que entre en funcionamiento en 2025, será la más grande de metanol ecológico de Europa.
Iberdrola, por su parte, construirá junto al desarrollador Abel Energy una planta de producción de metanol e hidrógeno verde en Bell Bay, en el norte de Tasmania (Australia), que contará con una inversión de 1.100 millones de euros.
El proyecto, denominado Bell Bay Powerfuels y respaldado por el Gobierno australiano, producirá 200.000 toneladas de metanol verde al año en su primera fase de desarrollo y, en su segunda fase, podría ascender a las 300.000 toneladas, lo que la convierte en una de las plantas más grandes del mundo.
La compañía presidida por Ignacio Galán no sólo tiene intención de liderar la producción de metanol ‘verde’ a nivel internacional, sino también en España, algo que pretende lograr de la mano de Foresa.
En el primer proyecto en el que están trabajando es el Green UMIA, ubicado en la localidad de Caldas de Reis (Pontevedra) que supondrá una reducción de 58.000 toneladas de CO2 durante sus primeros 10 años de funcionamiento. Este proyecto supondrá una inversión de más de 40 millones de euros.
El metanol verde producido por Iberdrola servirá para suministrar al mercado marítimo, además de para otras aplicaciones.
Maersk, una de las principales navieras dedicadas al transporte de mercancías a nivel global, es la última compañía del ‘top 3’ de la contrarreloj por la producción de metanol renovable.
El pasado mes de noviembre uno de los anuncios más importantes del año para la economía española, y es que, el gigante del transporte marítimo danés eligió a España para impulsar la descarbonización de su flota con la creación de dos plantas en Andalucía y Galicia para producir metanol verde para su propio consumo con el fin de reducir las emisiones de carbono a la atmósfera. La empresa danesa invertirá así unos 10.000 millones de euros en el desarrollo de dos de los núcleos de producción de este combustible.
¿Qué es el metanol ‘verde’?
El metanol es un compuesto químico, también conocido como alcohol metílico o alcohol de quemar, que se usa como anticongelante, disolvente y combustible (mezclado con la gasolina). Se fabrica a partir del metano (componente del gas natural) y por pirólisis (descomposición química de materia orgánica mediante calentamiento).
Además de ser fácil de producir y asequible, otra ventaja del metanol es que es líquido a temperatura ambiente, a diferencia del gas natural licuado, lo que facilita su almacenamiento.
Ahora bien, ¿qué es el metanol ‘verde’? El metanol denominado como ‘verde’ es un combustible bajo en carbono que puede fabricarse a partir de la gasificación de biomasa, de la electricidad renovable y por la hidrogenación del dióxido de carbono.
Este último proceso se traduce en moléculas de CO2 capturadas directamente de la atmósfera que se someten a una reacción química.
Desde el Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT, por sus siglas en inglés) existen cuatro tipos principales de metanol: metanol gris, derivado del gas natural; metanol azul, derivado del gas natural combinado con la captura y almacenamiento de carbono; biometanol, derivado de materias primas de biomasa (puede ser energía verde) y e-metanol, derivado de la electricidad renovable y el dióxido de carbono capturado (puede ser energía verde).