Pese a ser lunes, la reina Letizia ha puesto el listón bien alto para toda la semana, con un look que, junto a estas temperaturas tan inusuales en febrero, nos dan ganas de que comience de una vez por todas la primavera. Se trata de un look plagado de flores que ya ha llevado en alguna que otra ocasión y que ha dado mucho que hablar.

Desde que lo estrenó en octubre de 2019, este vestido ha estado guardado en su armario debido a la polémica que causó la primera vez que lo llevó, pero al final ha sido imposible resistirse a los encantos de este look tan romántico y optimista.

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Se trata de un vestido de Temperley London, una de las firmas favoritas de Kate Middleton, de largo midi, bordados geométricos y de flores, con la falda rosa empolvado y la parte de los hombros con transparencias. La manga francesa y el diseño en ‘A’ de la parte de abajo le dan un toque de sofisticación a un look tan vistoso.

Letizia lo estrenó en una cena durante su visita de Estado a Corea del Sur en el 2019 y, aunque cosechó muchas alabanzas, también fue el blanco de muchas críticas al no ser de una marca española (es inglesa), ser «algo cursi» y tener un precio excesivo, llegando a costar 2.990 euros en aquel entonces. 

Hoy, la reina ha roto la racha de copiar hasta en el más mínimo detalle looks anteriores, ya que cuando lució este vestido en el país asiático lo acompañó con unas sandalias Manolo Blahnik, pero para los premios se ha decantado por unos salones de Magrit en rosa empolvado a juego con el color de la prenda.

De Zaragoza tendrá que viajar de nuevo a Madrid el próximo jueves para asistir a la inauguración de la 42 ª Feria Internacional de Arte Contemporáneo-ARCOmadrid, en la que siempre nos sorprende con un estilismo rompedor.