Iberdrola abre una nueva etapa en México tras el enfrentamiento que ha mantenido con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador a lo largo de los últimos cuatro años. La eléctrica, que ofreció al presidente mexicano invertir en el país según sus políticas energéticas, cuenta con una cartera de 6.000 MW de renovables que aspira a poder desarrollar en los próximos años, según ha indicado en una presentación con analistas el director de Desarrollo global de la compañía, David Mesonero.
El acuerdo podría permitir a la eléctrica española retomar sus planes de construir 700 MW al año en el país con la intención de superar los 7.000 MW de renovables en el año 2030 pero la compañía también se plantea utilizar el dinero que ha ingresado con la venta para buscar oportunidades de compra tanto en Estados Unidos como en Europa.
Iberdrola mantuvo durante años un plan para invertir hasta 4.500 millones de euros en el país e incluso llegó a aspirar a superar en capacidad instalada a la potencia que la compañía mantiene en España pero tuvo que frenar estas ambiciones por los constantes conflictos que se generaron con el Gobierno de López Obrador.
Tras la venta de las 13 centrales pactada ayer, en un «nuevo proceso de nacionalización», como calificó la operación López Obrador, la compañía tendrá que decidir ahora su ritmo inversor que había dejando prácticamente en suspenso durante los últimos años.
La venta de activos de Iberdrola supondrá que la compañía ha alcanzado el 90% de su plan de rotación de activos en apenas dos años y convierte a la Comisión Federal de Electricidad en la primera compañía generadora del país con una cuota que ahora alcanzará el 55% pero que aspira a llegar hasta el 65%.
Según los analistas de Banco Sabadell, la decisión de realizar esta desinversión puede haber influido la visión del actual gobierno de México sobre el modelo energético del país (que perjudicaría a las compañías privadas de generación) aunque la operación encajaría también dentro de la estrategia de Iberdrola anunciada en su Día del inversor de noviembre 2022.
Iberdrola prevé financiar parte de su plan estratégico 2023-2025 (58.000 millones de euros) con la venta de activos (8%) y alianzas estratégicas (7%), aunque solo el ‘enterprise value’ de esta desinversión ya supera ese objetivo.
La compañía además ha vendido ya el 49% del parque eólico marino de Wikinger para financiar su desarrollo y en enero notificó el acuerdo con Norges para la venta del 49% de parques renovable en España (en principio, 1.200 MW).
Hasta ahora la eléctrica estaría también buscando socios para activos en Reino Unido (East Anglia Three), Alemania (Baltic Eagle), así como otra cartera de activos en España con el ciclo combinado de Arcos y varios proyectos renovables así como también la rotación de activos renovables de EE.UU.
Con respecto a la valoración de los activos, Banco Sabadell asegura que la valoración del 100% del negocio mejicano asciende a 7.857 millones de euros por lo que el precio de venta (5.550 millones por el 76%) estaría un 8% por debajo de su estimación. Aunque en cualquier caso el impacto en su precio objetivo es irrelevante.