Hiba Abouk por fin ha roto su silencio. Desde que el pasado 27 de febrero, la Fiscalía de la ciudad francesa de Nanterre abriera una investigación contra su marido, el futbolista del Paris Saint-Germain Achraf Hakimi, tras recibir una denuncia de violación por parte de una mujer de su misma edad y posteriormente hacer una imputación oficial, la actriz no se había pronunciado sobre la noticia. Ahora lo hace, a través de un comunicado, que ha publicado El País, y en el que confirma el final de su matrimonio con el futbolista, con el que se casó en el verano de 2019 y padre de sus hos hijos, Amin, de tres años, y Naím, de 13 meses. Hiba confirma su separación y reconoce que ha «necesitado tiempo para digerir este shock».
La actriz ha decidido dar este paso para «aclarar en primera persona las informaciones erróneas que circulan y aunque afirma que «en determinados temas o asuntos delicados el silencio puede favorecer», ella sentía una «necesidad perentoria» de explicarse y retomar su «vida personal, pública y profesional de la manera menos perjudicial y traumática posible».
Tras este comienzo, la actriz desvela que estaba separada de Achraf antes de conocerse los hechos por los que está imputado. «Hacía ya un tiempo que, después de meditarlo mucho, el padre de mis hijos y yo tomamos la decisión de poner término a nuestra relación de pareja, mucho antes de los hechos acontecidos en los que me he visto involucrada mediáticamente y de los cuales soy totalmente ajena. Después de tomar la decisión de separarnos legalmente y dejar de convivir, a la espera de los trámites de divorcio, quién iba a imaginar que además de enfrentarme al consabido dolor que acarrea una separación, y aceptar el duelo que conlleva el fracaso de un proyecto familiar al que me había entregado en cuerpo y alma, tendría que enfrentarme a esta ignominia», escribe la actriz de la serie ‘El príncipe’.
En el comunicado, Hiba también se posiciona del lado de la víctima. «Huelga recalcar que en mi vida siempre he estado y estaré del lado de las víctimas, por lo tanto, dada la gravedad de la acusación, solo nos queda confiar en el buen hacer de la justicia».