La segunda temporada de ‘Soy Georgina’ solo lleva una semana en Netflix y ya se colado en el ‘top’ de lo más visto, algo no nos extraña porque contiene muchos ‘momentazos’ para el recuerdo. La de Jaca ha hecho gala del humor que la caracteriza y nos ha dejado algunas perlas como: «Yo comparto bolsos, joyas… No me hagáis compartir el chorizo», aunque su curiosa manera de cantar ‘Despechá’ de Rosalía tampoco tiene desperdicio. Y sí, también se han incluido algunos detalles picantes sobre su vida íntima, como el curioso lugar en el que ha tenido sexo con Cristiano Ronaldo.

Tras mostrar a ‘Las queridas’ cómo va la reforma de su casa familiar de Madrid, Georgina las invita a que se queden a cenar. Y es precisamente durante esa cena cuando tiene lugar la confesión que nos ha traído hoy aquí. Todo comienza con la modelo contando que se ha tatuado los brazos y, por tanto, no puede mojárselos. «Había evitado bañarme en la playa, pero llegué a casa y me dijo Cris de ir al spa», dijo. Suponemos que ya te imaginas por dónde van los tiros, ¿no?

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La ‘influencer’ continuó su relato: «Estaba súper rallada con los brazos arriba en el spa para que no se mojaran. Estaba hasta los coj**** de estar con los brazos así. Además, en la piscina de casa no hago pie casi y digo: ‘Me rindo»‘, reveló.

En este punto, uno de sus amigos dijo: «El amor lo podríais haber hecho en la cama, no en el spa», a lo que Georgina contestó: «No, lo hicimos allí». Y fue entonces cuando su hermana Ivana preguntó: «¿Hicisteis el amor en el spa?» Ella no respondió, pero la risita que se le escapó en ese momento fue más que suficiente para confirmarlo.

De momento, Netflix no ha dado luz verde a una tercera temporada, pero estamos ansiosas por recibir la confirmación.