La cuenta bancaria es el instrumento con el que la gran mayoría de ciudadanos gestiona su economía personal, pero en paralelo a esto no es infrecuente que, al margen del dinero que se deposita en el fútbol, opten por quedarse con un pequeño porcentaje para tenerlo a mano en caso de que necesiten efectivo de forma rápida.
Es lo que se conoce como ‘colchón de emergencia’, una cantidad que se destina para gastos inesperados y repentinos que obligan al ciudadano a pagar de forma rápida o incluso en su propio domicilio: una avería, una cerradura que hay que desmontar, cualquier electrodoméstico que deje de funcionar…
Una vez se decide la creación de un ‘colchón de emergencia’ para disponer de él si fuese necesario, lo que hay que pensar es la cuantía de ese colchón. Aquí no existe una cantidad única, ya que hay que tener en cuenta cuál es el objetivo para el que se crea: no se necesitará el mismo dinero para cubrir una avería que, por ejemplo, para poder hacer la compra un par de meses si nos quedamos sin empleo.
Es por eso que hay moverse entre cantidades aproximadas. El cálculo al que ha llegado el portal especializado HelpMyCash es que para tener un ‘colchón de emergencia’ óptimo hay que ahorrar entre tres y seis meses correspondientes a los gastos habituales. Entre estos gastos se pueden incluir el alquiler y los suministros como el agua, el gas o la luz.
Así se ahorra para conseguir un ‘colchón de emergencia’
El siguiente paso es seguramente el más complicado: ¿cómo ahorrar el dinero para conseguir ese ‘colchón de emergencia’? En un contexto de inflación por los precios de la energía y los alimentos y los efectos negativos de la guerra de Ucrania la capacidad de ahorro puede llegar a ser limitada. Los datos de Cetelem son claros: a finales de 2022 se tocó el mínimo en la capacidad de ahorro de los españoles desde 2017.
Existen muchísimos métodos de ahorro y cada uno de ellos es un mundo: desde el ‘método Greene’ hasta el ‘método 50-30-20’ pasando por el ‘factor Latte’ o el ‘método de las 52 semanas’. Ante todo, lo que debe primar es el sacrificio de la persona que ahorra y la planificación de los gastos, así como la supresión de los ‘gastos hormiga’ (los gastos menores que se realizan todos los meses y son prescindibles) que merma mucho el ahorro en una economía familiar.
Así se declara el dinero en efectivo de un ‘colchón de emergencia’
Guardar dinero en efectivo en nuestro domicilio es totalmente legal. Aunque las autoridades vigilan con cada vez más detalle todo lo relacionado al efectivo por su vinculación al fraude fiscal, la economía sumergida y otras actividades delictivas, incluso la financiación del terrorismo.
El ciudadano no debe temer por la posesión de ese dinero siempre que sea capaz de declarar su origen de forma correcta. Por eso, aunque el dinero esté en casa formando parte de ese ‘colchón de emergencia’, debe saber de dónde procede el efectivo: si es dinero retirado del banco con origen en un sueldo o salario, una pensión…
La forma de declarar el origen del dinero en efectivo que se guarda como ‘colchón de emergencia’ es a través de la declaración de la Renta. En esta declaración debe aparecer el origen del dinero: si procede de rentas del trabajo (aquí se incluyen salarios y pensiones), de capital inmobiliario o mobiliario, de ganancias patrimoniales…
En esos casos, el contribuyente debe comprobar que el dinero que ha retirado para depositarlo en ese ‘colchón de emergencia’ aparezca en los datos que carga Hacienda una vez que se tiene acceso al borrador de la Renta. Si aparece ahí, no habrá problema alguno para el ciudadano: da igual que ese dinero se guarde en una cuenta bancaria o en un cajón.