La subida de las cotizaciones recogida en la reforma de pensiones a través del destope de las bases máximas y la cuota de solidaridad se repartirá de manera desequilibrada entre los sectores. Así, industria, sanidad y finanzas serán las ramas de actividad más perjudicadas. En concreto, estos campos concentrarán el 43% del impacto de las medidas pese a que su peso en la afiliación es de solo el 25%. Esta brecha evidencia que estos sectores son precisamente donde existe un mayor número de trabajadores con salarios que superan los 54.000 euros. Se demuestra por ello que la reforma de pensiones no solo lastra la competitividad de las empresas a la hora de atraer talento. También supone un fuerte castigo para los sectores generadores de empleo de calidad.