El año 2023 será el año de la recuperación del turismo, pero Meliá Hotels mira más a largo plazo. De cara a 2024 y 2025 esperan haber reducido la deuda a niveles preCovid y un ebitda superior al de 2019.
¿Cuándo se van a recuperar los ingresos por habitación normalizados?
Yo creo que aún nos queda, por lo menos, un año o año y medio hasta que la demanda embalsada se empiece a normalizar, porque no nos olvidemos que hemos recuperado escasamente la normalidad hace nueve meses. A nivel de ocio estamos ya a niveles preCovid. A nivel de congresos es diferente, y no hay que despreciar que ya supone el 17% de nuestro resultado. El teletrabajo ha cambiado su demanda y aún no se han alcanzado los niveles de 2019.
¿Para cuándo se espera la vuelta del dividendo en Meliá?
Primero tiene que venir un aumento del ebitda de una forma considerable. Y segundo, por parte de la deuda financiera neta, me gustaría llevarla a unos niveles muy similares a los de 2019 en 592 millones de euros a partir de 2024 o 2025. Para estos ejercicios se podría alcanzar un ebitda superior al de 2019, que era de 478 millones de euros excluyendo plusvalías inmobiliarias. El objetivo es recuperar el grado de inversión.
¿Cómo avanza la desinversión de activos?
Está ya firmada pero se ha retrasado por un carácter burocrático. No hay problemas en ese punto ni por parte del vendedor ni por el comprador.
¿Por qué los analistas no ven a Meliá cotizando por encima de los seis euros?
Las acciones del sector turístico estuvieron penalizadas pero os adelanto, con prudencia, que no vislumbramos una desaceleración de la demanda, ni del consumo. Las cosas están yendo igual de bien que en los últimos nueve meses. Y un sentimiento contrario es lo que ha penalizado al sector turístico en los mercados. Este primer trimestre del 2023 va a estar muy por encima del mismo periodo del 2019. En resumen, ha habido un pesimismo con el sector que no se justifica.
«Después del coste laboral nuestro mayor coste es el energético, que representa un 8% de nuestros resultados
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El NAV (valor liquidativo) ha pasado de tener una prima del 3% en 2018 a un descuento del 17% en la última actualización…
El Nav de 14 euros ya tiene en cuenta la deuda. El mercado no esperaba que esta nueva valoración de activos fuese una revalorización de la anterior porque entraba en la percepción de muchos inversores que con la crisis del coronavirus los precios de los activos caerían en barrena. Se ha demostrado que no, que los hoteles están en cifras muy similares a las de 2019 o incluso en muchos casos, como el vacacional, por encima. De hecho, lo que penalizó esta valoración fue sobre todo los hoteles urbanos, cuyo despegue empezó a verse en septiembre. Y nosotros fijamos la valoración de esos activos en julio. A nivel vacacional esa buena sintonía se ha recogido ya en verano, pero no en los activos urbanos.
¿Qué es lo que afecta más a los márgenes?
Después del coste laboral nuestro mayor coste es el energético, que representa un 8% de nuestros resultados. Nos aseguramos unas coberturas muy buenas en donde pagamos el precio del Kwh a 40 euros, cuando el mercado en el último año estuvo en torno a los 200. Y para los próximos dos años estamos cubiertos a 91 euros para el coste del Kwh en electricidad y en gas el MWh a 50 euros.
¿Cuánto están sufriendo la posibilidad de salir del Ibex?
Es algo importante, pero no me quita el sueño. Lo que tenemos que hacer es las cosas bien. Está claro que miro la acción, pero no todos los días. Tenemos que demostrar que somos una empresa rentable, que somos resilientes, hacer unas cosas bien, que apostamos por la calidad y los resultados están ahí. España teniendo una dependencia en el PIB del 12/13% al turismo y es una pena que en el Ibex únicamente esté Iberia y Meliá. Me llama mucho la atención comparado con otros sectores, con una participación menor a la economía, y que tienen multitud de empresas que cotizan en bolsa.
«Seguro que en el futuro habrá momentos en el radar para posibles operaciones»
¿Se siguen acercando los ‘hurones’ del capital privado buscando la exclusión de bolsa de Meliá?
Se me han dejado de acercar porque somos muy categóricos en la familia, no estamos para especular. Es verdad que durante los momentos más álgidos del coronavirus y con cero visibilidad había oportunidades muy claras y algunos que se acercaron, pero no, no tiene sentido. Las compañías familiares siempre jugamos a largo plazo y estoy convencido que somos una compañía que va a salir reforzada. El mejor ejemplo de lo anterior es que durante el mes de diciembre la familia reforzó su presencia en la compañía y aumentamos la participación.
Más allá del capital privado, ¿la puerta está abierta a un inversor externo a la familia o a posibles operaciones corporativas?
No hay nada en estos momentos pero seguro que en el futuro habrá momentos en el radar para posibles operaciones y no tendría ningún problema siempre y cuando Meliá liderase esa operación corporativa. También tendría que terminar de reforzar nuestro liderazgo en el mundo vacacional. No nos verán haciendo una adquisición de una compañía con un enfoque muy urbano, por ejemplo. Me verán liderando quizá a un proceso de concentración en el mundo vacacional.
El fondo de Abu Dabi está en conversaciones para adquirir 17 hoteles que gestiona Meliá. ¿El objetivo es mantenerlos en cartera?
Si no la totalidad, la práctica totalidad. Igual algunos de estos 17 establecimientos no son lo más estratégico entonces quizá una de las prioridades del comprador sea la venta. Pero la intención es quedarnos con la gestión de la gran mayoría.
¿En qué punto se encuentra la reclamación al Estado de 200 millones por los cierres provocados por el Covid?
Por la magnitud de la demanda va para largo, seguro que llegará al Tribunal Supremo. Las últimas sentencias del Constitucional nos hace sentir relativamente cómodos en poder dar una batalla muy importante. Pero dicho esto, sabíamos desde el principio que es un tema que por la magnitud de su recorrido no lo veríamos a corto plazo.